Se cerró la primera jornada de la protesta convocada por diversos gremios ante el avance de la criminalidad. En ese contexto se dieron dos escenarios distintos de una sola medida que afectó a diversos sectores.
En primer lugar se tuvo los enfrentamientos desarrollados en el centro histórico de Lima. Incluso hubo detenidos y bombas lacrimógenas de por medio que sembraron dudas sobre quiénes podrían estar detrás de las manifestaciones y las ganas de propiciar el desorden en una jornada que, precisamente, luchaba contra el caos generado por la delincuencia.
Frente a ello, desde el Ejecutivo incluso deslizaron la posibilidad que detrás de las manifestaciones se encuentren organizaciones como el Movadef y otras interesadas con motivaciones políticas. La consigna es mantener el orden a toda costa frente a quienes fomentan el caos con intereses más allá de los pedidos justos de la ciudadanía.
En otro escenario tenemos a los dirigentes de los transportistas que expresaron el pedido ante congresistas para que dejen de lado sus prioridades personales y se preocupen en generar mejores leyes para luchar contra la delincuencia. Recordemos que esta manifestación nació en el contexto de los daños que produce la criminalidad en el aparato productivo.
Para este viernes, dirigentes de los gremios señalaron que continuarán con las manifestaciones exigiendo que se impulsen más y mejores estrategias contra la delincuencia. Esperemos que ello tenga éxito y que no se produzcan nuevos enfrentamientos que solamente desvían la atención sobre el tema más importante de nuestra sociedad: la seguridad ciudadana.
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