Hace cuatro años la esperanza llegó al país en medio de la crisis sanitaria que se vivía a causa de la covid-19 en el Perú. En un vuelo proveniente de China, arribaban las primeras 300 mil dosis de vacuna Sinopharm contra el nuevo coronavirus.
En conmemoración a aquel día, es que el gobierno peruano decretó que cada 7 de febrero sea declarado como “Día Nacional de la Vacunación contra la covid-19 en el Perú”. La fecha permite además rendir homenaje a aquellos hombres y mujeres que diariamente pusieron en riesgo sus vidas en la época más difícil de la pandemia y aquellos que conformaron las brigadas de inoculación.
Desde aquella fecha transcurrieron diversos hechos que, por un lado fortalecieron la lucha que se sostenía en todo el mundo contra la pandemia y, por otro, golpeaban a quienes se esforzaban en ayudar a la población para que enfrente los síntomas más graves de la enfermedad. En el caso del Perú, además, se tuvo un escándalo mayúsculo con la vacunación privada y privilegiada que tuvo el presidente de aquel entonces, Martín Vizcarra. Lamentable fue su actuar, pues a la vista de todos se aplicó la dosis apelando simplemente a vacunas de cortesía, mientras miles de peruanos morían a causa de las consecuencias más graves del nuevo coronavirus.
El “Día Nacional de la Vacunación contra la covid-19 en el Perú” merece ser recordado como un homenaje y a la vez como una campaña de conciencia acerca de seguirnos cuidando, no solo ante esta enfermedad, sino ante otras afecciones que ponen en peligro nuestra integridad. La unión ha sido y es fundamental para protegernos y esperemos que el mensaje se mantenga en el tiempo. De lo contrario, vendrán más crisis que nos pongan a prueba en los sistemas de salud y también lo hagan como peruano.