Celebramos al ser que siempre dará todo por nosotros a pesar de las dificultades. La madre se encuentra en el sitial más alto de los seres humanos por su carácter de defender a toda costa a la familia aún haya más hechos negativos. Sino que lo digan las mamás de tanto delincuente que, a pesar de todo, siempre pensarán en sus hijos primero.
Sin embargo, en este camino no solo tenemos a las madres que engendran. También tenemos a quienes tuvieron que asumir este papel por diversas circunstancias. Las abuelas siempre han sido un soporte fundamental pues tuvieron que asumir la crianza de los nietos mientras la mamá salía a trabajar o simplemente se alejaba. La experiencia sumada al cariño permitía darle una imagen maternal a los pequeños para que puedan sostenerse ante todos.
También están los papás que, ante la partida por diversas circunstancias de la madre, asumieron también el papel de la mamá. Aunque algo más recios, se aseguraron de proteger a sus vástagos y darles amor a toda costa. Similar concepto aplica para hermanos, hermanas, tíos y demás que asumieron el rol de ser cabeza de hogar en circunstancias difíciles.
En este Día de la Madre, también recordemos a quienes partieron antes de tiempo. Aquellas madres que hasta el final de sus días se preocuparon en dar lo mejor de sí para su familia y que se fueron con la tranquilidad de dejar una semilla en este mundo para hacerlo cada vez mejor. A ellas el homenaje y el recuerdo siempre presente en cada pensamiento.
Si tiene a su madre viva no espere comprar el mejor regalo. Vaya, abrácela y con un beso en la frente sea agradecido pues nunca nos alcanzará la vida para entender los sacrificios que hicieron esos seres maravillosos por brindar su mejor trabajo al servicio de la familia y de la sociedad. ¡Feliz Día de la Madre!