Lo ocurrido con la agresión a la presidenta de la república, Dina Boluarte, solo fue la cereza en la torta de una serie de lamentables actos De igual manera demuestra que actualmente existe una total falta de respeto hacia la autoridad para que no haya el menor temor de atacar a nuestros gobernantes.
La mandataria fue atacada por una pobladora que, al parecer, buscaba justicia por la muerte de su esposo durante las protestas ocurridas en Ayacucho el año pasado. En ese camino optó por castigar a Boluarte Zegarra a quien se culpa de las pérdidas humanas. Ello ha desbordado en una ola de indignación hacia quienes representan al Gobierno.
Sin embargo, el camino no ha sido el ideal para quienes se encuentran indignados con el Ejecutivo. Resulta lamentable también que los deudos de quienes perdieron la vida durante las protestas hasta el momento no obtengan justicia. Sin embargo, ahora la mujer que atacó a la mandataria deberá afrontar una investigación por el ataque, ello solo perjudicará más a su familia que ya de por sí sufre por la pérdida de su ser querido.
Bajo ese escenario, la justicia también debe ser más célere para brindar el apoyo a quienes perdieron a sus familiares. El que tanto tiempo haya transcurrido solo implica que existe un retraso que perjudica a todos y con ello crece la indignación. Sin embargo, ninguna de estas situaciones justifica lo hecho en contra de la mandataria.
Aquí se necesita un mayor compromiso de todos para evitar que estos escenarios se repitan. No puede darse el hecho que la presidenta de un país sea atacada de una manera tan fácil. Tampoco puede prolongarse tanto tiempo la investigación para dar con los responsables de muertes sin sentido. Además no deben repetirse los atentados a la propiedad durante las manifestaciones. En fin, ninguno de estos escenarios es saludable para el país.