Después del registrar los más altos índices de mortalidad con la pandemia de la covid-19, las autoridades del sistema de salud de Perú no aprendieron nada, debido a que ahora está azotando otra epidemia: el dengue, que afecta a cientos de personas de varias regiones del país donde ocupamos el primer lugar en América con 137 mil casos.
De acuerdo con reportes del Ministerio de Salud, en los cinco primeros meses del año se cuenta con 233 fallecidos que representa 6.40 muertes por millón de habitantes. Desde inicios de año hasta ayer ya se superan las cifras más altas de muertes registradas en la historia de la medicina peruana a causa de esta enfermedad.
Según el Ministerio de Salud, hasta el 20 de mayo pasado las regiones más afectadas por los contagios son Piura (28 114), Lima (10 431), Ica (9120), Lambayeque (8550), Loreto (7841), Ucayali (7622) y la Libertad (5740). Por otro lado, el mayor registro de fallecidos a causa de esta enfermedad está en Ica, Lambayeque y Piura. En Arequipa la cifra es baja, con apenas 15 casos, ninguno de gravedad, los enfermos fueron transeúntes y retornaron a sus lugares de origen.
En la región Puno, en el distrito de San Gabán, se presentaron 12 casos confirmados de dengue, tres de ellos en personas provenientes de Puerto Maldonado. Ninguno de ellos fue internado y fueron tratados en forma ambulatoria.
Ante la emergencia declarada en 20 regiones, los establecimientos de Arequipa, Moquegua, Tacna y Puno se encuentran en permanente vigilancia ya que hay zonas vulnerables.
Estas cifras que reporta el Minsa y las escenas de los hospitales en el norte del país donde los enfermos son atendidos en pasillos, ante la falta de camas, se repite la triste historia: el Perú tiene el peor sistema sanitario de América. A ello se agrega a una ministra de Salud, que no sabe gerenciar los recursos con que cuenta ese portafolio. En realidad, después del covid-19, no hemos aprendido nada de las ingratas lecciones que hemos vivido. Volvemos a caer en lo mismo, como sino importara nada las vidas humanas.
También tienen responsabilidad los gobernadores regionales por no implementar los hospitales, postas y centros de salud. Las carencias sanitarias son alarmantes en provincias. Igual sucede con el personal de médicos, enfermeras y técnicos.
Hasta el 2021 había 14 médicos por cada 10 000 habitantes, la cifra más baja en Latinoamérica, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda tres médicos por cada 1000 habitantes.
Primero es la salud de la población. El Estado tiene que mejorar. Anuncian que vendrán otras pandemias y debemos estar preparados para no ser los primeros con cifras altas de mortandad.