¡No a la violencia! La violencia en los estadios peruanos ha alcanzado niveles alarmantes. ¿Cómo es posible que un deporte que une a las personas se convierta en un escenario de enfrentamientos y agresiones? Los recientes incidentes en la Copa Perú son solo la punta del iceberg de un problema que requiere una solución urgente.
Esto debe parar, con sanciones drásticas para quienes, aprovechando cualquier circunstancia, creen que la violencia es su mejor arma “para hacer justicia”, nada más equivocado. Son los entes organizativos los responsables de buscar los mecanismos o estrategias pertinentes para impedir más violencia en los estadios.
¡Manos de oro! Contrastando con lo señalado líneas arriba, volvimos a vibrar con la garra e ímpetu demostrado por nuestras bravas muchachas de la selección de vóley Sub-17, que, sacando ese espíritu guerrero legado por nuestras gloriosas voleibolistas de otrora, han logrado ubicarse entre las mejores ocho selecciones del mundo.
Premio a su esfuerzo diario, han logrado imponer un juego que nos hizo recordar años atrás cuando el Perú era una potencia indiscutible en el vóley internacional. Bien por este grupo de muchachas con raíces de todos los ámbitos del país, que nos demuestra que si tenemos talento y que solamente hay que buscarlos y darle la oportunidad.
¡Bien Melgar! La noche del miércoles estuve en el estadio de la UNSA para observar otro partido importante por la Liga 1. Melgar enfrentaba al Sporting Cristal, otro de los “grandes”, entre comillas, del fútbol peruano, porque de grande no demostró nada en la cancha.
El equipo rojinegro, con gran actitud, superó con creces a los rimenses, que tuvieron que resignarse a la derrota, ante un Melgar que, de seguir así, bien puede alcanzar el título del Clausura, aunque aún quedan varias fechas por jugar.
Finalmente, recuerda que el deporte tiene el poder de transformar vidas. Depende de nosotros aprovecharlo al máximo y convertirlo en un vehículo de unión y progreso.
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