Han transcurrido 96 horas desde que se dio la intervención a la Fiscalía de la nación por una presunta organización criminal. Parte de las acciones ejecutadas por este grupo habría sido la remoción del cargo de la fiscal Marita Barreto en la coordinación del Equipo Especial contra la Corrupción del Poder. Este se encarga de las investigaciones ante hechos delictivos cometidos en el sistema de gobierno.
Tras darse la salida de Marita Barreto, los fiscales José Cuya y Daniel Jara declinaron sucesivamente asumir el cargo. En sus documentos sustentatorios indicaban que lo hacían por motivos personales, sin embargo lo cierto es que en las circunstancias actuales muy pocas personas quieren verse involucradas directamente con la fiscal Patricia Benavides, que además afronta una investigación iniciada por la Junta Nacional de Justicia (JNJ).
A esto debemos agregar que la misma Marita Barreto ha presentado una acción de amparo frente a la medida que ordenaba su salida del cargo. Con ello el Equipo Especial de fiscales contra la Corrupción del Poder se mantiene acéfalo y con sus diversas investigaciones paralizadas hasta que se solucione el enmarañado de salidas y designaciones que vino desde la Fiscalía de la nación.
Este problema solo afecta negativamente al sistema de justicia que actualmente está herido de gravedad ante las investigaciones que se realizan por una presunta red criminal al interior del Ministerio Público. Peor aún si se considera qué parte de las diligencias apuntan a negociados que se habrían dado con congresistas a cambio de dejar a un lado ciertas investigaciones incómodas para nuestros ‘Padres de la patria’.
Cada hora que pasa sin que pueda solucionarse este problema incide en los procesos de investigación en general, por ello la importancia de resolverlo cuanto antes si es que queremos limpiar de alguna manera la alicaída imagen del sistema de justicia peruano.