Un gran porcentaje de conductores de transporte pùblico sean formales o informales, al parecer buscan dañar a quienes se atraviesen peatones o que sus pasajeros sean expuestos a cualquier tragedia durante un viaje cotidiano.
Nuevamente un bus del Sistema Integrado de Transporte (SIT) se vio envuelto en un accidente vehicular. Esta vez atropelló a un adulto mayor y lo dejó sin un brazo.
Como si no fuera suficiente el abandono que tiene este sector de la población por parte de la sociedad, ahora el afectado tendrá que pasar sus últimos años con un miembro menos.
Desde todo punto de vista se trata de un crimen cometido contra quien jamás imaginó que al salir a la calle se toparía con un irresponsable chofer que terminaría arruinándole la vida. Así llegamos a nuevo caso de negligencia que involucra al sistema de transporte público en general.
Bajo este escenario se necesita mayor atención de las autoridades sobre el tema. No puede ser que en pleno centro histórico se lleven a cabo maniobras temerarias como ir a excesiva velocidad. Peor aún sabiendo que gran cantidad de población circula por la zona y se ve expuesta ante un mal accionar de los transportistas.
Sucedió hace algunos días cuando un vehículo terminó impactando contra un poste en Paucarpata y dejó más de 30 heridos, entre ellos varios escolares. También pasó con una cúster que atripelló a un alumno del Colegio Independencia en la avenida del mismo nombre. No esperemos que sigan ocurriendo estas tragedias para que quienes nos gobiernan tomen verdaderas acciones de fiscalización.
Sabemos que existen limitantes como el presupuesto y la falta de apoyo del Gobierno central pero esperamos que haya más compromisos para evitar nuevos crímenes al volante.