En los primeros cien días del año, ni las rabietas altisonantes del presidente Trump o los 6 asesinatos diarios que las hordas criminales causan en nuestra querida patria, han impedido que las exportaciones peruanas crezcan el 30.7 %, liderados por el cobre y el oro, con porcentajes inimaginables del 47.5 % y 42.1 %, respectivamente. Hasta el empleo formal ha crecido en un 5 %.
Pero no todo es color de rosa. Estamos comenzando Semana Santa y Arequipa resintió su noble corazón por la despedida de su hijo predilecto, Mario Vargas Llosa. Y ayer comenzamos a vivir las consecuencias de la condena de 15 años de prisión efectiva dictada al expresidente Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia.
Condenar a dos expresidentes en menos de un año, conlleva un costo político, social, económico y cultural muy grave. Especialmente para nuestra juventud, que desgrana sus esperanzas y confianza en sus líderes e instituciones.
Pero retornemos al crecimiento económico vinculado estrechamente con las exportaciones. Sobresalen los departamentos de Arequipa con un incremento del 83 %, con relación a los primeros meses del 2024; destacando, también, Moquegua con el 58 % y Puno con el 62. %.
Pero estando a 362 días del proceso electoral nacional, ya avizoramos nubarrones densos y grises como la conciencia de los líderes políticos contemporáneos. ¿Se imaginan, honorables lectores, un proceso electoral con 43 partidos políticos disputándose el sillón presidencial y los curules de diputados y senadores?
Y agradezcamos al Jurado Nacional de Justicia que mandó al tacho, por lo menos para las elecciones del 2026, a otras 29 agrupaciones políticas por incumplimientos diversos.
Pero vamos al fondo del tema. El Ministerio de Educación conviene que el 70 % de estudiantes tienen limitaciones para una adecuada comprensión lectora y de matemáticas. Porcentaje que se acentúa en el sector rural.
En el proceso electoral del 2021, por ejemplo, solo 3 de cada 4 electores acudieron a las urnas. Y el candidato Castillo ganó en primera vuelta con el 10.77 % de los 25 287 954 del electorado total. Y en segunda vuelta, obtuvo el apoyo del 34.94 %. Pero el profesor Castillo terminó siendo nuestro presidente, porque un sector muy grande de electores prefirió el voto emocional. Terminado el último proceso electoral, por ejemplo, dos empresas encuestadoras dieron a conocer que un 60 % de quienes votaron en segunda vuelta por el señor Castillo, lo hicieron para evitar el triunfo de Keiko Fujimori.
Sumemos a ese hecho, que la información emitida por el Jurado Nacional de Elecciones, respecto a los planes de gobierno de todos los partidos políticos participantes, solo recibió la visita, vía electrónica, del 23 % de la población peruana. Preguntémonos, entonces, ¿cuántos electores de aquellos 8 836 380 que votaron en segunda vuelta por Castillo, conocían el plan de gobierno del partido Perú Libre? ¿Qué podemos esperar de las elecciones a realizarse dentro de 362 días, con 43 candidatos?