La Comisión de Trabajo del Congreso aprobó dictamen que deroga la denominada ley Servir. Con ello se traería abajo los esfuerzos en fomentar la meritocracia al interior del aparato estatal. Algunos analistas califican esta situación como un golpe de gracia que se realiza a las diferentes instituciones del Estado.
La ley Servir tiene un promedio de diez años de creación. Durante ese período hubo esfuerzos de un grupo, aún pequeño, de trabajadores por acceder a los beneficios de ser parte de la norma y de la Autoridad Nacional del Servicio Civil. Ellos se preocupaban en contar con un respaldo legal que muestre su preparación para asumir puestos especializados en el aparato estatal y, por lo tanto, garantizar un mejor servicio a la ciudadanía.
Recordemos que uno de los principales objetivos de esta norma era fortalecer la meritocracia. Lamentablemente con propuestas como la aprobada en el Legislativo, se trae abajo estos esfuerzos y con ello se corre el peligro de que el aparato estatal laboral se vuelva más mediocre de lo que es ahora, pues no se contará con, al menos, una normativa que ‘empuje’ a los trabajadores a ser mejores.
Ahora el dictamen pasará al pleno del Congreso que, de aprobar la norma, la enviará el Ejecutivo para su promulgación. Aunque se pueda observarla, luego de ello retornará al Legislativo que la terminará aprobando por insistencia. Es decir, el Parlamento tiene la sartén por el mango para acabar con esta ley.
Esperemos que esto pueda enmendarse. Nuestro país merece mejores trabajadores en sus diferentes dependencia e iniciativas como Servir ayudan a, poco a poco, lograrlo.
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