La institucionalidad democrática del país nuevamente se ve envuelta en un lío grueso. Poder Judicial, Ministerio Público, Congreso y Poder Ejecutivo se lucen en la palestra, no precisamente por sus diferentes propuestas. Más bien lo hacen debido a sus diversos problemas y enredos que aturden a la sociedad peruana que se empeña en salir de la crisis.
Si hasta el último martes, el Congreso se alistaba para enfilar baterías y ‘bajarse’, por lo menos a una parte de los integrantes de la Junta Nacional de Justicia (JNJ), apareció el Poder Judicial para admitir una medida cautelar que le ordenaba al Legislativo detener el proceso de investigación que apuntaba a desarmar la junta.
El contragolpe vino desde las primeras horas de ayer miércoles. Desde el Congreso, legisladores como Jorge Montoya y Patricia Chirinos lanzaron fuertes adjetivos contra los jueces que ordenaron paralizar el accionar contra la JNJ. Además se pidió que Procuraduría del Legislativo se sume a la respuesta legal y que se recurra al Tribunal Constitucional (TC) para contrarrestar la medida judicial.
Los miembros de la JNJ respaldaron la decisión judicial y no asistieron al Congreso como se había establecido cuando estaba vigente el proceso en su contra. Sin embargo, se sumó otro actor a esta batalla. El Ministerio Público abrió investigación a los jueces que otorgaron la medida cautelar a favor de la JNJ. Todo un enredo legal donde todos se dan con todo y mientras tanto nuestro país sigue en el limbo, lejos de tanto conflicto jurídico.
Como corolario tenemos nuevo canciller que, entre sus primeros actos, volverá a pedir permiso para un nuevo viaje de la presidenta Dina Boluarte a Estados Unidos. Así nos encontramos a mitad de semana en nuestra clase política, con conflictos por todo lado y una mandataria que quiere salir del país. Qué ‘bonito’ panorama.
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