La presidenta Dina Boluarte hizo un llamado a las autoridades de justicia ante la liberación de un presunto delincuente capturado en el denominado búnker de Pachacámac. Lo hace ante la ola de inseguridad que vive el país y que golpea a toda la ciudadanía.
En la misma línea, la mandataria se solidarizó con la familia de la menor secuestrada en el distrito limeño de Comas y por cuyo rescate se pide nada más y nada menos que 3 millones de soles. Hasta el momento, los padres de la menor señalan que ella se encuentra en buen estado de salud y se mantienen las negociaciones por su liberación.
Más allá de las declaraciones dadas por la mandataria, recordemos que las palabras se las lleva el viento. Más que frase a favor o en contra de tal tema se requieren más acciones para frenar la ola de criminalidad que avanza en el país y no descansa en su implacable actuar en la sociedad.
Incluso podría pensarse que Boluarte Zegarra apela a estas frases debido a que las últimas encuestas señalan que su desaprobación ronda el 90 por ciento. Es decir, que 9 de cada 10 peruanos están en contra de la labor desempañada por la presidenta de la república.
Si las declaraciones de la presidenta o de cualquier otro integrante del Gobierno no van acompañadas de acciones concretas, no tendremos resultados positivos en la lucha contra la inseguridad. Los asaltos, secuestros, robos al paso, atentados, entre otros, están a la orden del día y son los más vulnerables ante los golpes que da la delincuencia.
Al igual que lo sucedido con el secuestro de la menor en Lima o los ataques a empresarios y balaceras ocurridas en nuestra ciudad esta semana, nuestra sociedad no merece vivir estos hechos. La población merece tranquilidad para trabajar y salir adelante ante la crisis.