Nuestra ciudad blanca atraviesa un preocupante estancamiento en materia de obras públicas. Como exservidor de la municipalidad provincial, he sido testigo de cómo la falta de proyectos estratégicos afecta directamente la calidad de vida de los arequipeños y el desarrollo económico de nuestra región.
Se ha identificado que el problema no radica únicamente en la disponibilidad de recursos, sino en la ausencia de una visión integral de desarrollo urbano y la excesiva burocracia que ralentiza la ejecución de proyectos. Si bien la actual gestión municipal enfrenta estos desafíos, es imperativo implementar soluciones más ágiles y efectivas.
Propongo tres iniciativas transformadoras para revolucionar la gestión de obras públicas: primero, la creación de la Unidad Ejecutora Digital, una plataforma que permitiría reducir los tiempos de formulación y aprobación de proyectos de 24 a 6 meses, mediante la digitalización total de expedientes técnicos y evaluaciones en tiempo real.
Segundo, la implementación del programa Obras con Participación Vecinal, donde los ciudadanos no solo participarían en la priorización de proyectos, sino que conformarían comités de vigilancia equipados con una aplicación móvil para el seguimiento en tiempo real del avance de obras, garantizando transparencia y eficiencia.
Tercero, el establecimiento del Fondo de Preinversión Municipal, un mecanismo innovador que permitiría tener una cartera de proyectos listos para ejecutar, eliminando los tiempos muertos entre gestiones municipales y asegurando la continuidad de obras prioritarias.
Es fundamental entender que cada día sin obras es un día de oportunidades perdidas para el desarrollo de Arequipa. Necesitamos pasar de la planificación a la acción, con proyectos que respondan a las necesidades reales de nuestra población.
La transformación de nuestra ciudad requiere decisión y capacidad de gestión. Como profesional comprometido con Arequipa, mantendré una postura vigilante y propositiva, buscando siempre el beneficio de nuestra población. El futuro de nuestra infraestructura urbana depende de las decisiones que tomemos hoy.
Seguiremos trabajando incansablemente por una Arequipa más moderna y desarrollada, donde las obras públicas sean el motor de nuestro progreso y bienestar.
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