Al cerrar el 2024, nuestra Ciudad Blanca enfrenta desafíos sin precedentes que demandan una reflexión profunda sobre la gestión municipal. Como exfuncionario y ciudadano comprometido con Arequipa, es mi deber señalar que la actual administración ha mostrado una preocupante falta de capacidad para abordar los problemas fundamentales que aquejan a nuestra ciudad.
El transporte público continúa siendo un caos, con unidades obsoletas y rutas mal planificadas. Las propuestas, presentadas por este medio hace meses, siguen sin ser consideradas, mientras nuestros ciudadanos pierden horas valiosas en el tráfico. La actual gestión se ha limitado a medidas superficiales que no resuelven el problema de raíz.
La inseguridad ciudadana ha alcanzado niveles alarmantes. El sistema “Arequipa Segura 24/7” y los cuadrantes seguros podrían marcar la diferencia, pero la municipalidad persiste en soluciones tradicionales que han demostrado ser ineficaces. Los arequipeños vivimos con miedo, mientras las autoridades parecen resignadas ante la delincuencia.
En materia de obras públicas, el estancamiento es evidente. La “Unidad Ejecutora Digital” propuesta para agilizar proyectos sigue siendo una idea en papel, mientras vemos obras paralizadas y presupuestos sin ejecutar. La actual gestión muestra una preocupante incapacidad para convertir proyectos en realidades tangibles.
El comercio informal, particularmente visible en estas fiestas navideñas, refleja la ausencia de una política coherente de desarrollo económico. Las “Zonas Comerciales Reguladas” y el programa de formalización siguen siendo ignorados, mientras el caos se apodera de nuestras calles.
Arequipa merece más que promesas incumplidas y soluciones a medias. El 2025 debe ser un año de transformación real, con autoridades comprometidas con el cambio y capaces de implementar soluciones innovadoras. Nuestras propuestas están sobre la mesa, respaldadas por experiencia y conocimiento técnico.
Seguiremos vigilantes y propositivos, porque Arequipa merece una gestión eficiente y moderna. El 2025 será un año decisivo para nuestra ciudad, y estamos listos para asumir el reto de transformarla es por ello que daremos a conocer a través de las redes sociales in situ todas y cada una de las deficiencias detectadas para que puedan ser subsanadas en el corto plazo porque sabemos que la actual administración nos ve y nos lee.