“ El político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene y, explicar después, por qué no ha ocurrido”. Winston Churchill
Los políticos, que lean la reflexión de Winston Churchill, que he colocado, adrade, en la introducción de este comentario, no tiene la pretensión de que los políticos se conviertan en: adivinos, clarividentes, quirománticos o, magos; tampoco que se les considere personas poseídas por espíritus proféticos. Lo que se requiere es que los políticos sepan lo que anuncian y hagan lo que predican, Los políticos, deben ser emisarios y portadores de la verdad.
Quienes ingresen al poder después de las elecciones del 2026, no deben olvidar su obligación de dar cuenta, periódicamente, a la ciudadanía de sus acciones; tienen el deber de garantizar la estabilidad económica del Perú, eliminar la corrupción sórdida, la inseguridad ciudadana, espeluznante y temeraria– que no solo crea caos y temores justificados, sino también, dudas e indecisiones a los inversionistas extranjeros.
El año pasado, 2024, según el INEI, se han perdido cerca de 100 mil empleos, destinados a la juventud; ello significa que la informalidad laboral, va creciendo. Son varios los temas que los gobernantes deben poner atención prioritaria. De otro ángulo, el derecho de todo ciudadano de gozar de atención de salud, en forma digna y eficiente- no discriminatoria ni privilegiada - y de entregar calidad educativa a todos los estudiantes del país son, entre otras, tareas urgentes y básicas de toda gestión pública.
Si la nueva casta política, se muestra incapaz de asumir estos compromisos con la población, debería abstenerse de ensayar aventuras políticas. Los electores, tienen la prerrogativa de rechazar, con su voto, a quienes destruyeron las esperanzas de un país, ávido de paz, unidad, honestidad, bienestar, justicia social y desarrollo integral. También decidirá si entrega su confianza a nuevos candidatos que enarbolen el principio de servir. Al respecto, es oportuno, recordar palabras claves inmersas en la filosofía oriental: “ dad mucho, recibid poco”. En el Perú, la mayoría de políticos, no dan nada y se llevan todo.
Los anuncios recientes de la presidenta de la república y del gobernador regional, sobre construcción de nueva infraestructura del hospital Goyeneche, mediante la participación de Estado a Estado, demorará quizá un lustro o, probablemente, un lapso mayor. Por ahora, solo son voluntades y anuncios. Los asesores subordinados que redactan los discursos para sus jefes inmediatos, deben cambiar el tenor de las exposiciones públicas; porque, no se trata de motivar solo el aplauso obligado y obsecuente de las portátiles, por cualquier trivialidad intrascendente; decir la verdad, en cambio, es generar confianza. Establezcamos las diferencias entre anuncios, voluntades y utopías.