Ayer en la madrugada, funcionarios de la Fiscalía de la Nación y PNP allanaron las dos viviendas en Lima y una en Moquegua del expresidente Martín Vizcarra, para encontrar evidencias respecto a las contrataciones realizadas en Provías Descentralizado, donde se le sindica como líder de una presunta organización criminal al solicitar coimas para adjudicar obras.
Pero para sorpresa de todos, el exmandatario recibió a los fiscales y policías a las 5 de la mañana bañado y vestido, presunción que hacemos de que alguien le anticipó de este allanamiento, que simultáneamente hicieron en la vivienda de Edmer Trujillo, exjefe de Provías, quien aún vestía pijama.
Por otro lado, a eso de las 8 de la mañana, Martín Vizcarra posteó en su cuenta de X (antes Twitter) que días atrás solicitó voluntariamente al Ministerio Público la “inspección” de su domicilio y autorizó expresamente el levantamiento del secreto de las comunicaciones y el secreto bancario, dando a entender que ya estaba preparado para esas diligencias (¿ocultó y desapareció todas las evidencias?). O sea, lo que vimos ayer por televisión fue un espectáculo, un allanamiento bamba, a alguien de quien se dice que controla el Ministerio Público y Poder Judicial.
Según las pesquisas de la fiscalía, desde que Vizcarra asumió la presidencia de la República, habría copado el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, especialmente en Provías Descentralizado; y, entre 2019 y 2020 habrían solicitado coimas a empresas contratistas en tres proyectos por montos que superan los 200 millones de soles. Para ello el exmandatario llevó a Eder Trujillo (exgerente general del Gobierno Regional de Moquegua en la época de Vizcarra en el 2014) y gente de su entorno de esa ciudad.
En este allanamiento se esperaba encontrar el dinero de las coimas, que según colaboradores eficaces, la esposa de Vizcarra, Maribel Díaz, era quien manejaba el dinero en efectivo.
Carlos Revilla y el exgerente de Obras de Provías, Alcides Villafuerte, cumplen 36 meses de prisión preventiva, producto del allanamiento realizado semanas atrás. Revilla entregó a la Fiscalía 500 mil soles, producto de esas coimas y sindicó a Vizcarra como el líder de esa organización. También fueron detenidos el exjefe de mantenimiento y miembro del comité de selección, Juan Enciso Torres y el empresario Hugo Meneses Cornejo. Está prófuga Elizabeth Ugarte, coordinadora de la Dirección Ejecutiva de Provías.
Como se evidencia con los acontecimientos, Vizcarra posee gran influencia en el Ministerio Público, por ello no hay una orden de detención contra él, como lo están sus excolaboradores, quienes ya han confesado sus delitos. El allanamiento de ayer fue show, una cortina de humo, una distracción. Así estamos.
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