El río Amazonas, desde tiempos antiguos, siempre fue el referente en patrimonio natural. No solo le pertenecía al Perú, sino a Sudamérica y al mundo. Sus aguas garantizaban parte importante de la reserva acuífera del planeta que luchaba por sobrevivir ante los efectos de la actividad humana.
Hoy en día sus aguas están bajando de nivel de una manera cada vez más peligrosa. En diversos sectores ya se ven zonas secas. Las miles de especies están muriendo al quedarse sin el hábitat que tuvieron por miles de años. Por si fuera poco, diversos poblados están quedando aislados, pues las embarcaciones con diversos productos y servicios no pueden llegar debido que no hay suficiente agua en el río Amazonas.
El lago Titicaca es considerado el más alto navegable del mundo. Durante cientos de años fue la fuente de ingresos para la población del Altiplano a la vez que forma un entorno natural único en el mundo. A esto debemos agregar que se trata de un símbolo cultural por ser considerado como parte del origen del imperio incaico.
Ahora el Titicaca, literalmente, se seca debido al cambio climático. Los ríos que lo nutrían van desapareciendo lentamente a la par que las lluvias no han sido benignas durante los últimos años. En una escena más inverosímil, ya comenzaron a verse ejemplares de ganado pastando en zonas que antes estaban rodeadas de agua.
Así llegamos a un escenario muy dramático a nivel ambiental. Dos de los principales recursos de nuestro país parece que iniciaron el camino hacia la extinción sin mayor remedio.
Ojalá ello no ocurra y podamos decir que en futuro la reserva acuífera y lacustre permanece para el futuro del país.