La calidad académica de la Universidad César Vallejo (UCV) se puso en tela de juicio, nuevamente, tras la difusión de un comunicado sobre el caso Paolo Guerrero. Más allá de lo deportivo, se resaltó el hecho de la gran cantidad de errores ortográficos y de sintaxis del texto que iba en la publicación. Se trata de algo muy preocupante si tenemos en cuenta que quienes están a cargo de este tipo de contenidos son profesionales muy preparados en diversos campos del saber. Ese es uno de los fines de una universidad, ser el domo de la sabiduría que agrupe a lo mejor de la investigación y, por ende, sus productos deben ser igual de buenos.
En realidad, el tema resulta preocupante cuando vemos que se trata de una entidad académica acreditada por su enseñanza de calidad. Incluso nos atrevemos a señalar que, si así está una universidad licenciada, ¿Cómo estarán el resto de organizaciones académicas que no tienen licenciamiento?
No es el primero y, lamentablemente, tampoco el último caso de problemas en la escritura. La falta de elementos que respalden una formación académica de calidad se hacen notorios cuando vemos productos como los famosos comunicados con áreas a mejorar.
También podemos decir que este problema se aplica a otras instituciones, incluso del Estado. Esperemos que este problema no se agrave debido a las propuestas de contrarreforma universitaria que se lanzan desde el Congreso. Esto ya comenzó luego que se diera licenciamiento a cierta entidad que, previamente, no obtuvo el licenciamiento en el centro del país. Que los malos ejemplos no se repitan.