Este fin de semana, el Ministerio del Ambiente y las autoridades de la región Tumbes promocionaron la actividad del avistamiento de ballenas en la localidad de Punta Sal. La finalidad es atraer visitantes mostrando atractivos naturales que den a conocer, además, los atractivos de la naturaleza que se dan solo en determinadas temporadas.
Sin embargo, la presentación tuvo un sabor agridulce cuando la cría de uno de estos animales terminó atrapada en una red de pescar. Felizmente, hubo personas de buen corazón y rápida reacción que ayudaron a liberar al ballenato para que siga su camino en el océano Pacífico.
Sin embargo, este tipo de hechos deben llamarnos la atención sobre la capacidad que tiene el Estado peruano para brindar las garantías del caso y cuidar nuestro patrimonio natural. Faltó la planificación necesaria para evitar dañar a estos animales. Mejor no imaginemos qué hubiera pasado si es que no se contaba con el personal especializado para liberar a la cría de ballena.
De igual forma, este tipo de hechos debe ayudar a que seamos conscientes de la necesidad de proteger nuestros océanos. Cada año son miles de residuos arrojados a las aguas y que se convierten en potenciales trampas para las especies marinas. Se trata de proteger nuestros recursos naturales. Evitemos la contaminación y hagamos las cosas de manera planificada para evitar que más animales caigan víctimas del mal accionar humano.
Está en manos de nosotros además ser vigilantes con nuestros recursos. Además del mar tenemos al lado terrestre. Como agregado tenemos lo ocurrido la semana pasada con una serie de incendios forestales. Aunque se trata de dos escenarios diferentes, la finalidad es la misma, nuestra naturaleza es una y merece ser cuidada en todos su rincones.