El récord de asesinatos por sicariato se ha roto. Según información especializada ha habido aproximadamente 35% mas muertos que el año pasado. Y a pesar de esta cifra monstruosa que señala al fracaso del ministro del Interior, Juan José Santiváñez, este individuo es apoyado, blindado, protegido por Rafael López Aliaga, alcalde de Lima; César Acuña, líder de APP y por la propia presidenta, Dina Boluarte.
¿Qué le está pasando al país para que un sujeto que nos está hundiendo en el fango de la inseguridad permanezca en su puesto, blindado por los dueños de partidos?
Esta situación no es normal. Por eso en lugar de una reflexión para el año 2025 haré una invocación. Tenemos que permanecer indignados no acostumbrarnos a lo que no es normal. Si nos acostumbramos el Perú habrá caído en un hoyo del cual no hay retorno. En el 2025 hay que permanecer indignados.
No es normal que una presidenta haga todo lo posible por obstruir a la justicia en lugar de apoyarla. No es normal que una jefa de Estado en lugar de esforzarse por mejorar se empeñe en empeorar. No es normal que se sepa que hay ministros corruptos y mediocres pero que ella los defiende. No es normal que no exista oposición y que los excandidatos a la presidencia se conviertan en lugar de opositores en escuderos de la presidenta. No es normal tener ministros sinvergüenzas, repudiados por el pueblo, que en lugar de dar un paso al costado se empeñan en aferrarse al fajín. No es normal que se mienta con tanta naturalidad. No es normal que los congresistas saquen leyes que favorecen a los delincuentes. No es normal que los congresistas le roben el sueldo a loa trabajadores con total impunidad. No es normal que los chinos saqueen el Mar de Grau y la Marina de Guerra se haga de la vista gorda. No es normal que haya corrupción evidente y no se haga nada por evitarla.
Tenemos que ser conscientes que esta no es una situación normal. Gracias a las redes podemos ver como en otros países se sanciona a quienes actúan corruptamente. No durarían ni un minuto en el poder si estuvieran en otro país pero aquí sí. No faltan influencers, políticos, periodistas y sobre todo empresarios mercantilistas que le hacen el amen a Dina Boluarte con tal de ganar unas cuantas monedas. No hay dignidad.
Por eso no hay que acostumbrarse e indignarse y hablarlo en voz alta. Y sobre todo a la hora de votar no olvidar a quienes han hecho tanto daño a nuestro país. Sí podemos salir de este hoyo. Todo depende de permanecer indignados y no olvidar, jamás, a los responsables.