Arequipa nuevamente se tiñe de sangre. Un feminicidio se registró el último domingo en Cerro Colorado. Viviana Boza Cansaya fue encontrada muerta en la vivienda de su pareja, ubicada en la asociación de vivienda Carlos Baca Flor, en el distrito cerreño. Según la necropsia la mujer murió por asfixia externa es decir le taparon nariz y boca.
El cuerpo de la víctima presentaba signos de violencia, por ello el sujeto identificado como Nelson Wilber Luna Cáceres (49), enamorado de Viviana, fue detenido como principal sospechoso del crimen, pues fue la última persona con la estaba.
La mujer habría sido golpeada con brutalidad, pues según la necropsia presentaba lesiones contusas en el rostro y en la parte intercostal derecha. Tras esto, los policías intervienen a Luna Cáceres, quien hasta el momento niega que la asesinó.
El sujeto es acusado por el delito de feminicidio agravado y por violación sexual. Según la Fiscalía hoy al promediar las 17:00 horas vence el plazo para presentar el requerimiento de prisión preventiva por lo que la Fiscalía evalúa formalizarla pidiendo nueve meses. Así mismo, la condena al sujeto sería cadena perpetua.
FAMILIA PIDE JUSTICIA. Los familiares de la víctima salieron a las calles para exigir justicia y contar el contexto de violencia que vivía Viviana.
Entre lágrimas su madre refirió que Nelson la agredía constantemente y con palabras bonitas la engañaba y pedía perdón.
Del mismo modo, su hermana declaró que Viviana era mujer trabajadora y el acusado siempre la buscaba por más que estaba con medidas de protección.
“Mi hermana velaba por sus dos hijos, ella tiene una niña de 11 y un joven de 20 años. Siempre trabajaba por ellos, no necesitaba de nadie más, pero ese joven siempre la buscaba y estaba detrás de ella, se mostraba grosero y violento. Mi hermana era agredida, pero siempre caía en sus mentiras”, indicó Carla Boza Cansaya, hermana de la víctima.
A esto añadimos, que el sujeto tiene antecedentes de denuncias por agredir a otras mujeres. Con este caso, aumentarían a nueve los de feminicidio en la región, la cifra es alamarmante, pero sobre todo decepcionante, pues las mujeres siguen siendo vulneradas por sus parejas.
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