Hace algunos años, el papa Francisco comenzó el Adviento con esta reflexión:
“Comenzamos hoy, el primer domingo de Adviento, un nuevo año litúrgico, es decir un nuevo camino del pueblo de Dios con Jesucristo, nuestro Pastor que nos guía en la historia hacia el cumplimiento del Reino de Dios”.
Los colores de las velas de Adviento
Se utilizan tres velas moradas (el color por excelencia de la conversión) o rojas, y una rosada. La quinta vela (cirio blanco) al centro es para encender en Nochebuena.
También se utilizan estos colores y en este caso se van encendiendo en este orden:
1. Morado: significa conversión
2. Verde: por la esperanza
3. Rosada: es la alegría porque se acerca el nacimiento de Jesucristo
4. Roja: también tiene un significado de alegría
5. Blanco: es el color de la presencia de Dios
Segundo domingo de adviento: 10 de diciembre
Nuestro auxilio es el nombre del Señor
TODOS: Que hizo el cielo y la tierra.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
Se enciende la vela verde, que nos recuerda que nuestra esperanza es Jesús, que es la vida eterna, Cristo está vivo entre nosotros.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos (1, 1-8)
Gloria a ti, Señor.
Este es el principio del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. En el libro del profeta Isaías está escrito: He aquí que yo envío a mi mensajero delante de ti, a preparar tu camino. Voz del que clama en el desierto: “Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos”.
En cumplimiento de esto, apareció en el desierto Juan el Bautista predicando un bautismo de arrepentimiento para el perdón de los pecados. A él acudían de toda la comarca de Judea y muchos habitantes de Jerusalén; reconocían sus pecados y él los bautizaba en el Jordán.
Juan usaba un vestido de pelo de camello, ceñido con un cinturón de cuero y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre.
Proclamaba: “Ya viene detrás de mí uno que es más poderoso que yo, uno ante quien no merezco ni siquiera inclinarme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo”. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Recordamos la virtud de la Caridad, con la visitación de María a su prima Santa Isabel:
Prepara tu camino pero “preparando el camino al Señor”. Son dos caminos que se han de transitar juntos; cuando el tuyo esté preparado, allanado sin baches ni altibajos, entonces el Señor podrá transitar, pasar hacia los que le buscan, hacia todos por medio de ti, por medio de mí, por todos los que esperamos “allanando senderos para él”.
“En el desierto” es donde se nos ofrece la gran posibilidad. Ni en la sinagoga, ni en el templo, ni en las plazas, no quiere lecciones, teologías o argumentos, quiere encuentro: “hablar al corazón” quiere un encuentro renovador y amoroso.
Encuentro interpersonal: “tienes que nacer de nuevo”. Encuentro definitivo y fundante: “él os bautizará con Espíritu Santo. Cuando salimos al desierto o entramos, en él hay mucho trabajo: valles, abismos, colinas, estepas… mucho que arreglar.
El camino de la improvisación y de la huída es rápido y fácil. El camino del encuentro y del renacimiento es paciente, “no quiere que nadie perezca”, el Señor viene a hacer su camino con nosotros.
Acción: Es tiempo de ir a servir a los que más nos necesitan, en especial los pobres, los enfermos, los ancianos, los que sufren…
Tiempo de silencio / Tiempo de intercesión
Rezar Padre Nuestro / Ave María
Canto
Amar es entregarse
Amar es entregarse olvidándose de sí
buscando lo que al otro pueda hacer feliz.
Que lindo es vivir para amar
qué grande es tener para dar
dar alegría y felicidad
darse uno mismo, eso es amar
Si amas como a ti mismo
y te entregas a los demás
verás que no hay egoísmo
que no puedas superar.
Qué lindo es vivir para amar
qué grande es tener para dar
dar alegría y felicidad
darse uno mismo, eso es amar
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