Karla Bacigalupo sorprendió en el desfile de traje típico del Miss Universo 2025 al aparecer con un imponente diseño inspirado en el nevado Huascarán, la montaña más alta del Perú y un símbolo espiritual de los Andes. Desde su entrada, la Miss Perú capturó la atención del público y de los comentaristas, que destacaron la majestuosidad visual y la profundidad cultural del concepto. La presentación fue introducida con una frase que encendió al auditorio: “El Huascarán no es solo una montaña, es un Apu”. Con ello, inició uno de los momentos más aplaudidos de la noche.
El traje, elaborado en tonos plateados y destellos iridiscentes, recreaba alas de hielo que se abrían con fuerza y elegancia a cada paso de la candidata. La corona, inspirada en picos cristalinos, completaba un diseño que evocaba la nieve y la luz del amanecer andino. Karla, segura y firme, desfiló con una estructura compleja que realzó su porte escénico, mientras sus ojos azules se potenciaban bajo el imponente tocado. El concepto rindió homenaje a la Cordillera Blanca y al Parque Nacional Huascarán, territorios sagrados dentro de la cosmovisión andina.
El certamen destacó la dimensión espiritual del diseño al presentar al Huascarán como un Apu, espíritu protector venerado desde tiempos incaicos. La propuesta buscó trascender lo estético para transmitir la conexión entre naturaleza, ancestralidad y espiritualidad peruana. La referencia a esta tradición viva generó un fuerte impacto en los espectadores internacionales, quienes valoraron la autenticidad cultural y el simbolismo del traje. La producción del Miss Universo subrayó que esta puesta en escena reflejaba la identidad profunda del Perú.
La performance de Karla Bacigalupo se volvió rápidamente una de las más comentadas en redes sociales y portales especializados. Missólogos y usuarios de X, TikTok e Instagram la calificaron como “un glaciar en movimiento” y “una de las propuestas más poderosas del desfile”. Su dominio en pasarela, sumado a la armonía entre tradición y modernidad del diseño, reforzó su posición como una de las favoritas. Para muchos expertos, su presentación fue clave para proyectarla con fuerza hacia el Top 30 del certamen.
A pocos días de la final, prevista para el 21 de noviembre en Bangkok —y transmitida en Perú el 20 a las 20:00 horas.—, la expectativa por su desempeño continúa en ascenso. Karla deberá enfrentar las pruebas de oratoria, entrevista y gala de noche, en una edición que reúne a más de cien candidatas. Los seguidores peruanos ya organizan reuniones y transmisiones para apoyarla, confiados en que podrá avanzar a semifinales y acercarse al histórico logro de Gladys Zender en 1957. La reina actual, Victoria Kjaer, entregará la corona en un evento que promete alta producción y gran despliegue internacional.
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