El presidente de EE. UU. reavivó la tensión regional al dejar abierta la puerta a una intervención militar directa contra el régimen de Caracas.
“Sus días están contados” afirmó Trump en una entrevista refiriéndose a Nicolás Maduro, sin descartar un eventual despliegue militar en Venezuela.
Washington mantiene como objetivo principal que el pueblo venezolano “reciba un buen trato” y subraya su cercanía con la diáspora en Estados Unidos, especialmente en Florida, según dijo Trump.
Desde comienzos de 2025, su administración ha endurecido su estrategia hacia América Latina, centrando su enfoque geopolítico en la región, promoviendo el uso de la fuerza contra narcotráfico, inmigración irregular y amenazas percibidas, una línea que ha sido descrita como una reactivación de la doctrina intervencionista histórica de EE. UU.
La ofensiva naval en el Caribe y la costa venezolana, parte de lo que se denomina la operación Lanza del Sur, ha sido acompañada por bombardeos a embarcaciones sospechosas de narcotráfico, lo que según Washington apunta a desmantelar redes criminales como Tren de Aragua y el presunto Cártel de los Soles.
Fuentes oficiales estadounidenses explican que el uso de la fuerza podría ampliarse a “objetivos terrestres” vinculados al narcotráfico y a la infraestructura del régimen venezolano, aunque sin confirmar decisiones definitivas de invasión.
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