Un oficial de policía de la comisaría del distrito de Yongsan, en Seúl, que estaba siendo investigado por posible destrucción de pruebas en relación con la estampida humana que dejó más de 150 muertos en los festejos de Halloween del pasado 29 de octubre, fue hallado ayer muerto en su domicilio.
A la espera de autopsia, la policía de momento no ha hallado ninguna nota que apunte a que se quitó la vida, pero compañeros de trabajo del oficial, de 55 años y llamado Jeong, han indicado que recibieron llamadas en la víspera que apuntan a esa posibilidad.