Aunque la praxis del Vaticano es esperar a que se pronuncie la justicia civil antes de abrir un proceso por abusos, el papa Francisco tiene prisa y pidió que empiece cuanto antes la “investigatio praevia” relativa a los abusos que el cardenal francés Jean-Pierre Ricard cometió hace 35 años.
El purpurado francés, expresidente de la Conferencia Episcopal Gala, confesó el lunes que «cuando era párroco, me comporté de manera reprobable con una joven de 14 años de edad».
El papa Francisco está reuniendo los datos y también dejando tiempo para eventuales nuevas denuncias contra el purpurado, antes de fijar la sanción definitiva contra el cardenal Ricard.
Se da por seguro que el purpurado francés, de 78 años, será apartado del cardenalato. Pero como se trata de un abuso a una menor, podría incluso ser expulsado del sacerdocio.
En 2015, el sumo pontífice ya quitó “todos los derechos y prerrogativas del cardenalato” al cardenal Keith O’Brien. El arzobispo escocés había reconocido “conductas incompatibles con su cargo” como excesos con la bebida y relaciones sexuales con cuatro sacerdotes, todos adultos. En 2019, el excardenal de Washington, Theodore McCarrick, fue expulsado del sacerdocio cuando se demostró que había abusado de menores y adultos.
En cuanto al cardenal Jean-Pierre Ricard, “para completar el examen de lo sucedido, se ha decidido iniciar una ‘investigatio praevia’ (investigación preliminar) y se está evaluando a la persona más idónea para llevarla a cabo con la necesaria autonomía, imparcialidad y experiencia”, ha explicado este viernes Matteo Bruni, portavoz del Vaticano. (ABC)