La administración de Donald Trump habría decidido atacar "en cualquier momento" varios objetivos militares en Venezuela, según fuentes consultadas por el Miami Herald. La escalada se originó con el inédito despliegue de buques y tropas estadounidenses en el Caribe desde agosto.
El mismo día, funcionarios citados por el Wall Street Journal aseguraron que los primeros blancos serían instalaciones militares venezolanas, bajo el argumento de una supuesta “guerra antinarcóticos” que ha dejado más de 60 muertos en aguas del Caribe y el Pacífico, sin reportes fiables de incautaciones. La ONU ya califica estos operativos como “ejecuciones extrajudiciales”.
El Miami Herald reporta que los objetivos de EE.UU. "podrían ser alcanzados por el aire en cuestión de días o incluso horas" y que el propósito sería “decapitar” a los líderes del Gobierno venezolano, acusados sin sustento de encabezar un “cártel”. Una de las fuentes afirmó que la intención es presionar a Maduro: "Está a punto de encontrarse atrapado y pronto podría descubrir que no puede huir del país incluso si lo decide".
Ese contacto agregó que hay "más de un general" dispuesto a capturar al mandatario venezolano. La revelación coincide con los reportes sobre el fracaso del intento de EE.UU. de reclutar al piloto de la aeronave que trasladaba a Maduro, mientras la inteligencia venezolana desarticulaba un plan de la CIA para enfrentar al país con Trinidad y Tobago. "El imperialismo (...) siembra la cizaña, la intriga, el odio y la xenofobia, para poner a pueblos limítrofes [...] a pelear, a guerrear", denunció el presidente Nicolas Maduro, quien calificó la operación frustrada como un “éxito rotundo”.
Maduro sostiene que su país enfrenta “una guerra multiforme” orquestada por Washington para imponer un “gobierno títere” y apropiarse de los recursos naturales. "El 94 % del pueblo de Venezuela está en contra de la amenaza militar de EE.UU., está en contra de quienes llaman a invasión", afirmó. En respuesta, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y la Milicia iniciaron ejercicios en las costas del país para “aceitar la maquinaria” y enfrentar lo que Caracas llama una “agresión armada y comunicacional”.
En medio de las tensiones, Trump admitió haber autorizado a la CIA a realizar operaciones encubiertas en territorio venezolano. Maduro respondió con ironía: "¿Alguien se puede creer que la CIA no está operando en Venezuela desde hace 60 años?". Ante este escenario, Rusia manifestó su respaldo. La portavoz María Zajárova aseguró que Moscú “está dispuesto a responder a las peticiones de Venezuela, teniendo en cuenta las amenazas existentes y potenciales”.
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