Conor McGregor y Dee Devlin contrajeron matrimonio en una ceremonia discreta celebrada en una pequeña iglesia dentro del Vaticano, lejos de los focos mediáticos, pero con una posterior fiesta de alto lujo en un club exclusivo de Roma. La pareja, que comparte más de 15 años de relación y es madre y padre de cuatro hijos, optó por un evento reservado solo a familiares y amigos cercanos.
Las primeras imágenes del enlace se conocieron a través de redes sociales, donde se observa a los recién casados disfrutando de la celebración con una banda en vivo, pista de baile y un escenario coronado por un letrero de neón con la frase “Casa de McGregor”. Dee Devlin lució un vestido de encaje de manga larga, mientras que McGregor mantuvo su sello personal con un esmoquin negro clásico y un puro en mano.
Uno de los aspectos más llamativos fue la puesta en escena de la fiesta: una barra de puros artesanales para los invitados, fuegos artificiales iluminando la noche romana y una ambientación diseñada para un círculo selecto. El video del evento fue difundido por Revolutionary Cigars, empresa especializada en experiencias premium, reforzando el carácter exclusivo del festejo.
La ceremonia religiosa se realizó en la Chiesa di Santo Stefano degli Abissini, una iglesia poco conocida pero ubicada dentro del Vaticano, según informó el medio británico The Sun. Tras el enlace, los novios recorrieron Roma a bordo de un Rolls-Royce Phantom III de los años 30, un detalle que combinó historia y lujo y no pasó desapercibido entre los transeúntes.
El matrimonio llega en un momento sensible para McGregor, quien meses atrás enfrentó un revés judicial en un caso civil. En ese contexto, Devlin reiteró públicamente la solidez de su relación y el respaldo mutuo que los ha acompañado desde 2008. “Hemos superado muchas pruebas juntos y seguimos más fuertes que nunca”, afirmó, subrayando que la boda representa una reafirmación familiar más que un espectáculo público.
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