El biólogo especialista en veterinaria, Cristian Tejada, asegura que cuando hablamos de la esperanza de vida de los perros, debemos poner mayor énfasis en su calidad de existencia. Con el paso de los años, los cruces entre razas y la influencia de diversos factores, como la alimentación, alteraron el bienestar de nuestros amigos de cuatro patas, resultando en deformaciones en su organismo.
Uno de los factores más determinantes en la longevidad de un perro es su raza. En general, los canes grandes tienden a vivir menos que los pequeños. Sin embargo, esto no significa que estos últimos estén ajenos de problemas.
Tejada menciona que, aunque los perros pequeños suelen vivir más tiempo, aquellos con morfología braquicéfala (como los bulldogs y pugs) enfrentan dificultades respiratorias, cardíacas y articulares que pueden afectar su calidad de vida, incluso a una edad temprana.
“A los seis años, un perro ya se considera mayor, y es en esa etapa cuando suelen presentarse problemas de salud como la artritis o enfermedades renales, lo que puede reducir la funcionalidad de su organismo’’, menciona el especialista.
DEFORMACIONES. Algunas razas, debido a su tamaño o estructura corporal, tienen mayor predisposición a padecer deformaciones y problemas de salud. “El mastín, por ejemplo, es una raza que, debido a su gran tamaño, tiene dificultades para soportar su propio peso, lo que genera problemas articulares. A menudo, los perros de esta raza presentan dificultades para moverse y tienen una esperanza de vida reducida”, señala.
Razas como el bulldog y el pug, que tienen una estructura braquicéfala, enfrentan problemas cardíacos, respiratorios y articulares, lo que también puede limitar su calidad de vida.
MESTIZOS. Los perros mestizos, por su parte, tienen una ventaja genética significativa. Gracias a su mayor diversidad genética, estos canes suelen tener un sistema inmunológico más robusto, lo que les permite ser más resistentes a enfermedades graves como el parvovirus o el distemper. Esta variabilidad genética les proporciona una mayor capacidad de adaptación frente a enfermedades.
PREVENCIÓN. La esterilización y castración de las mascotas no solo contribuye a controlar la población animal, sino que también tiene un impacto positivo en la longevidad de los perros. Tejada destaca que, a medida que los canes envejecen, corren el riesgo de desarrollar enfermedades graves como tumores y cáncer, especialmente en el caso de los machos. “Al someterlos a procedimientos quirúrgicos, podemos reducir la posibilidad de que desarrollen estas enfermedades y, por ende, aumentar su esperanza de vida”, señala.
De otro lado, Tejada subraya que los perros son carnívoros por naturaleza y que ofrecerles alimentos destinados para los humanos, que contienen condimentos, azúcares o químicos, puede alterar su salud. Los perros necesitan una dieta especializada, acorde con sus necesidades nutricionales, para mantener un buen estado físico.
Para asegurar que nuestros perros tengan una vida larga y saludable, es fundamental proporcionarles una alimentación adecuada, evitar alimentos procesados y controlar las condiciones de salud que pueden surgir con la edad. “Además, la esterilización y una atención veterinaria regular son factores clave para garantizar su bienestar”, finalizó.