Al llegar a Arequipa, tuvo que dejar de lado su formación profesional y vender golosinas en las calles para sobrevivir. Fueron cinco años difíciles que tuvo que soportar Richard Durán, un ingeniero venezolano, experto en maquinaria agrícola y pesada y futbolista profesional.
Durán nos cuenta que para obtener su título en Venezuela tuvo que estudiar más de tres años pasando por trasnochadas y estrés. Pasó de tener un futuro prometedor en Venezuela a ser un migrante más en Arequipa.
La crisis de su país destruyó sus ideales, pero no mató sus ganas de querer superarse ante las adversidades. Por ejemplo, nunca imaginó que para mantener a su familia tuvo que convertirse en un ambulante de las calles mistianas.
“Tuve que trabajar de todo para mantener a mi familia”, nos cuenta. “Fue muy difícil empezar de cero” y buscar una mejor calidad de vida para su esposa y sus cuatro hijos. Pasaron cinco años para lograr la estabilidad económica que tanto buscaba. En la actualidad trabaja como entrenador de fútbol en la academia Cantolao. Su pasión por el fútbol y su experiencia de más de 17 años como jugador profesional de salón lo respaldan. Es el encargado de dirigir a varios escuadrones de pequeños promotores a quienes quiere como a sus hijos.
Un mismo sufrimiento. Aunque la historia de José Castillo aunque no fue tan difícil , este ciudadano venezolado que llegó a Arequipa en el 2018 también se vio obligado a dejar su país para lograr una mejorar económica.
“No fue fácil migrar”, refiere Castillo, quien afirma que para un migrante es difícil vivir en un lugar extranjero porque se sienten extraños, “pero debemos saber adaptarnos”, se automotiva.
Nos cuenta que conoce de cerca el sufrimiento de sus compatriotas que tuvieron que atravesar fronteras caminando por falta de dinero.
Castillo al igual que Durán cuentan que vivir en Arequipa les fue difícil a sus compatriotas, pues los vieron durmiendo a grupos de 10 personas en una pequeña habitación de hotel del Cercado.
Sumado a ese falta de hogar, tienen que afrontar los prejuicios que le hicieron sentir porque otros migrantes venezolanos y colombianos realizaron actos delictivos que atemorizan a los arequipeños, pero que los afecta porque muchos les temen solo por ser migrantes.
Ese rechazo y falta de oportunidades, hace reflexionar a Castillo quien medita y nos cuenta que si tuvieras la oportunidad de volver a tu país, una vez la situación socioeconómica y política mejore, él volvería sin pensarlo dos veces.
Así como ellos, hay más de 35 mil historias de venezolanos que sufrieron la crisis migratoria en Arequipa, según la data del 2022 que facilita el Instituto Nacional de Estadística e Informática. Además, según la Dirección General de Migraciones de Arequipa, aproximadamente 15 mil venezolanos tienen el permiso de residencia.
Arequipa, es la cuarta región con más migrantes y el Perú, es el segundo país con más venezolanos, a esto se suma que estiman que a finales del año 2023, vivirán en esta nación más de 1.5 millones de migrantes, según el Grupo de Refugiados y Migrantes del Perú.