Las exportaciones mineras del Perú confirmaron su recuperación con un crecimiento de 20.6 % entre enero y septiembre de 2025, alcanzando los USD42 120 millones, según la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE). La cifra supera ampliamente los USD34 913 millones registrados en el mismo periodo de 2024 y reafirma el peso del sector como motor principal de las ventas externas, al concentrar el 65 % del total exportado por el país. El desempeño estuvo fuertemente determinado por la evolución del cobre y el oro, los dos metales más relevantes para la economía peruana.
El cobre se mantuvo como el líder absoluto de los envíos mineros. Entre enero y septiembre, las exportaciones cupríferas sumaron US$19.360 millones, lo que representa un incremento de 12.1 % frente al mismo periodo de 2024. Este metal continúa aportando el 46 % del valor total exportado por la minería, impulsado tanto por mejores precios internacionales como por el aumento de la producción. En paralelo, el oro mostró un dinamismo incluso más notable al crecer 43.1 % y alcanzar los USD15 743 millones, pasando a representar el 37.4 % de toda la canasta minera exportada.
El gremio minero precisó que el mayor valor de los envíos de oro —USD4744 millones adicionales— y de cobre —USD2096 millones extra— constituyen los principales impulsores de la expansión registrada este año. La tendencia también se reflejó con fuerza en septiembre, cuando las exportaciones mineras llegaron a USD5506 millones, un crecimiento interanual de 29.1 %. Solo el cobre generó USD2638 millones ese mes, 29.3 % más que en septiembre de 2024, gracias a un aumento de 17.3 % en su precio internacional y un incremento de 10.3 % en su volumen exportado.
El oro mantuvo la misma ruta ascendente: en septiembre alcanzó los USDD2091 millones, un salto de 46.9 % respecto al año anterior, impulsado por un repunte de 42.6 % en su cotización internacional y un incremento de 3 % en volumen. Con esta tendencia, la minería peruana encadena dos años consecutivos de crecimiento sostenido, respaldada por la solidez de los mercados globales de metales y la capacidad local de ampliar producción. Su desempeño continúa siendo decisivo para la balanza comercial, la recaudación fiscal y la estabilidad económica del país en 2025.