La inseguridad ciudadana ha dejado de ser un problema social aislado para convertirse en una amenaza directa contra el sistema financiero peruano. Así lo advirtió la Federación Peruana de Cajas Municipales de Ahorro y Crédito (FEPCMAC), al alertar que la criminalidad está afectando la confianza de los usuarios y frenando la expansión de la inclusión financiera en el país.
Durante una conferencia de prensa, el presidente de la FEPCMAC, Jorge Solís Espinoza, alertó que más de 250 agencias microfinancieras se encuentran en riesgo de cierre por extorsiones, amenazas y atentados registrados en Lima Norte, Piura, La Libertad e Ica.
“La criminalidad está amenazando el sistema de microfinanzas y afectando la confianza de la población en las instituciones financieras formales. Sin seguridad no hay inclusión ni desarrollo”, sostuvo el titular del gremio.
Los datos confirman la magnitud del problema. Según el INEI, más del 30 % de la población urbana fue víctima de algún delito entre febrero y julio de 2025, mientras el BCRP estima que la criminalidad le cuesta al país el 2.2 % del PBI anual. El préstamo informal tipo “gota a gota” ya moviliza más de S/ 4000 millones, creando una “banca paralela” que se alimenta del miedo y la desconfianza hacia el sistema formal.
El impacto también se siente en sectores productivos y pequeños negocios. El crédito inmobiliario cayó 13.1 %, el de construcción 3.2 % y el de enseñanza 3.5 %, según la SBS. Las MYPEs pierden más de S/ 6000 millones anuales por extorsiones y más de 2600 bodegas cerraron en Lima en 2024. Ante ello, la FEPCMAC urge una respuesta coordinada entre Estado y reguladores, proponiendo medidas como garantías estatales en zonas de riesgo, digitalización segura, protección a analistas de crédito y, sobre todo, normas más drásticas “para una lucha eficaz contra la delincuencia”.