Francia consiguió imponerse en el cierre de la primera mitad gracias a una jugada individual de Kylian Mbappé, quien superó a varios defensores y anotó un tanto con efecto que dejó sin opciones al portero local.
El conjunto francés logró controlar el balón y presionar a su rival, aunque la apertura del marcador llegó tras una acción exquisita del delantero: arrancó desde cerca del círculo central, se deshizo de al menos cinco adversarios y definió con curva hacia el palo contrario. La ejecución fue impecable y el portero quedó inmóvil ante la potencia y colocación del remate.
Tras el descanso, Francia amplió la ventaja con una asistencia de Mbappé a Adrien Rabiot, y moldeó el dominio sobre el partido, obligando al equipo visitante a replegarse y buscar salidas a contragolpe. Finalmente, Florian Thauvin cerró el marcador con otro gol que confirmó el triunfo galo por 3-0.
Con este triunfo, Francia sigue firme en su aspiración por clasificarse al Mundial 2026, sumando puntos vitales en un grupo donde cada encuentro pesa. Mbappé reafirmó su liderazgo y su capacidad para decidir partidos desde la inspiración individual.