Lanús dio un golpe de autoridad en Río de Janeiro y avanzó a las semifinales de la Copa Sudamericana tras igualar 1-1 ante Fluminense en el mítico estadio Maracaná. El tanto decisivo lo marcó Dylan Aquino, de apenas 20 años, quien se convirtió en héroe al silenciar a la afición brasileña y darle a su equipo la clasificación con un global de 2-1.
El encuentro empezó cuesta arriba para el conjunto dirigido por Mauricio Pellegrino. Fluminense, comandado por Renato Gaúcho, abrió el marcador a los 20 minutos con una gran acción colectiva: “Luciano Acosta cabeceó dentro del área y asistió al uruguayo Agustín Canobbio, que definió con clase para el 1-0”, destacó la prensa local. El gol encendió a la hinchada del ‘Flu’, que soñaba con la remontada.
Sin embargo, la reacción granate llegó en el minuto 67. Tras una asistencia de Marcelino Moreno, Dylan Aquino controló y sacó un derechazo impecable para vencer al portero Fábio, quien hasta entonces solo había recibido un gol en seis partidos. “Ese gol nos dio vida, es un sueño para mí marcar en este estadio y ayudar a Lanús a llegar tan lejos”, declaró emocionado el joven atacante tras el encuentro.
La nota negativa de la jornada se produjo durante el descanso, cuando se registraron incidentes en la tribuna entre aficionados del propio Lanús. Según la Policía Militar brasileña, la riña generó caos en el sector visitante y obligó a retrasar la segunda parte por unos 20 minutos. Aunque no se reportaron heridos graves, el episodio manchó parcialmente una noche histórica para el cuadro argentino, que ahora espera en semifinales al ganador del duelo entre Universidad de Chile y Alianza Lima.