Varias obras del pintor Pablo Picasso son exhibidas en el baño de mujeres en el Museo de Arte Antiguo y Nuevo (MONA) de Tasmania para eludir una denuncia por discriminación presentada por un visitante masculino que no pudo entrar en una exposición donde antes estaban colgadas las obras.
La obra de arte experimental fue presentada por el museo como un "espacio tremendamente lujoso" donde las mujeres pueden disfrutar de "aperitivos decadentes, bebidas de lujo y otros placeres propios de una dama" servidos por un mayordomo mientras contemplan obras de arte en una sala cubierta de terciopelo verde.
La artista estadounidense y conservadora de museos Kirsha Kaechele fue llamada al Tribunal Civil y Administrativo de Tasmania porque no dejaba ingresar al museo a personas que no se identifican como mujeres.
Kaechele explicó al tribunal que negar la entrada a los hombres a la misteriosa sala formaba parte del arte, pues les daba una idea de la discriminación y la exclusión que han sufrido muchas mujeres a lo largo de la historia.
Las piezas de Picasso se exponen ahora en un baño modernizado con un retrete totalmente funcional apodado "Salón de señoras", situado dentro del recinto artístico, explicó Kaechele en un correo electrónico.
"Mientras el Salón de Señoras se somete a una serie de reformas para cumplir las exenciones necesarias para su reapertura, he estado redecorando un poco. Pensé que a algunos de los baños del museo les vendría bien una actualización", añadió. "Algo de cubismo en los cubículos".
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