Eduardo T. Q. pasará el resto de su vida en la cárcel tras ser hallado declarado culpable de abusar sexualmente de su hijastra menor de edad. La condena fue lograda en primera instancia por el Segundo Despacho de la Cuarta Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos contra la Mujer e Integrantes del Grupo Familiar de Arequipa.
Según las investigaciones, la menor fue víctima de abuso sexual reiteradas veces cuando tenía ocho años de edad. Producto de los ataques empezó a autolesionarse en 2023, hecho que fue notado por sus compañeros de clase, quienes alertaron a la docente. Posteriormente, la menor le confesó a dicha profesora lo sufrido.
La madre denunció el caso y la menor fue evaluada por los médicos legales, quienes corroboraron su versión de los hechos. Inmediatamente se dictaron medidas de protección para la menor, y el investigado fue retirado de la vivienda que compartían.
Sin embargo, la madre, quien tenía otras tres hijas contra el investigado, cambió su comportamiento y empezó a eludir las notificaciones, entre ellas la citación a la Cámara Gesell, ignorando los llamados del Centro de Emergencia Mujer.
Solo tras ser notificada por la Fiscalía, llevó a la víctima a declarar. La menor, entonces, negó su primera versión de los hechos. Aún así, el Ministerio Público continuó investigando basándose en declaraciones y pericias, para formular la acusación contra el investigado.
Durante el juicio, la fiscal Nadielka Edith Torres Silloca, sustentó la retractación de la menor, indicando que existía una motivación detrás de su cambio de versión bajo la influencia de su madre, quien era dependiente tanto económica como emocionalmente del acusado.
Esta premisa, sumada a más elementos probatorios, logró que Eduardo T. Q. sea hallado como autor del delito contra la indemnidad sexual en la modalidad de violación sexual de menor de edad, por lo que fue condenado a cadena perpetua.
Dicha sentencia deberá ser confirmada en segunda instancia, por lo que se impuso el cumplimiento de ciertas reglas de conducta al imputado, como no acercarse directa ni indirectamente a los peritos, testigos, o a la víctima en el proceso. En caso de incumplimiento, el investigado será internado inmediatamente en un penal.
Además, deberá pagar una reparación civil de 15 mil soles a favor de la víctima, y deberá someterse a un tratamiento terapéutico.
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