La lucha contra la violencia a la mujer y poblaciones vulnerables continúa, no obstante lo que debería ser un esfuerzo aunado, no se cumple. Esto sucede en la creación de las instancias de concertación tanto a nivel provincial o regional, que muchas veces las jurisdicciones no cumplen en instalarlas.
Las instancias de concertación son espacios formales para la elaboración de propuestas y evaluación de políticas públicas orientadas a la erradicación de la violencia contra las mujeres e integrantes del grupo familiar. La iniciativa se aprobó en la región arequipeña en el 2016 y a la fecha solo tres distritos cumplen con ello (Alto Selva Alegre, Yura y Tiabaya).
Asimismo, según una encuesta realizada por la Defensoría del Pueblo, a nivel nacional solo nueve de las 26 instancias desarrollaron campañas de sensibilización contra la violencia hacia las mujeres.
A esto se suma que la asistencia técnica brindada por el Ministerio de la Mujer y de las Poblaciones Vulnerables para la implementación de las instancias fue calificada como “intermedia” debido a que la misma no se brinda de manera continua y permanente.
Esto refleja el desinterés en la prevención de la violencia, ya que los organismos no son constantes en la lucha, lo que ocasiona que las víctimas callen y no acudan a lo que debería ser una solución permanente.