Cerro Colorado. Los problemas que generan los traficantes de terrenos en las asociaciones de vivienda del Cono Norte no tienen cuándo terminar. Hace unos días, Diario Viral dio a conocer lo que sucede en el asentamiento humano Las Lomas, donde un grupo de seudodirigentes, asesorados por el abogado Héctor Herrera, formaron una asociación con una denominación similar a la ya existente con la finalidad de generar ingresos económicos aprovechando la necesidad de vivienda de un grupo de personas a quienes los engañan constantemente prometiendo la formalización de los predios que ocupan y amenazan con quitarles sus lotes si no acuden a las movilizaciones que organizan.
¿COLUSIÓN? En esta oportunidad daremos a conocer un segundo caso con el que lamentablemente se tendría un mal accionar del juez Justo Andrés Quispe Apaza.
Se trata de la asociación de vivienda los Residentes del Distrito Santiago de Pupuja - Los Bosques, ubicada en el distrito de Cerro Colorado, y cuyo presidente es Eberth Arapa Viveros. Él denunció que cuando llegaron a la zona de la autopista Arequipa - La Joya, en el año 2011, estaban como dirigentes William Farfán y luego Gamaliel Nicomedes Cahuana Estrada; sin embargo, tenían engañados a todos los posesionarios indicando que avanzaban en el trámite de titulación ante la Municipalidad Provincial de Arequipa (MPA).Cansados de tanta espera, averiguaron y se dieron con la ingrata sorpresa que no hicieron nada.
“Nos decían que estaban haciendo trámites en la Municipalidad Provincial, pero la verdad era que no habían avanzado nada. Luego ellos tomaron como asesor a Héctor Herrera, que es el abogado de los traficantes y comienzan a poner una y otra demanda para trabar nuestra titulación”, recordó Arapa Viveros, al mencionar que es en ese momento decidieron formar la asociación que ahora él preside y que tiene como único objetivo buscar la manera legal de conseguir la formalización.
El dirigente mencionó que en el año 2014 la Asociación de Pequeñas Empresas Industriales (APEI) y la Municipalidad Provincial de Arequipa conciliaron para que los pobladores que ocuparon los terrenos —pertenecían a los primeros—, puedan ser cedidos a las personas que habían tomado posesión de los mismos. Es en ese sentido, se expide la Resolución de Alcaldía n.° 2558-2017 donde se encarga al procurador público municipal la celebración de una conciliación extrajudicial con APEI.
CUESTIONABLE ACCIONAR EN EL PODER JUDICIAL. Pero Gamaliel Nicomedes Cahuana Estrada no cesó en sus intenciones de afectar a los posesionarios que pacíficamente ocupan los lotes y que buscan tener sus títulos de acuerdo a ley.
Es así que al poco tiempo de firmada la conciliación (diciembre del 2017) presenta una demanda en el Primer Juzgado Civil solicitando la anulación de la Resolución de Alcaldía N.° 2558-2017 – MPA que autoriza al procurador público municipal que pueda celebrar la Conciliación Extrajudicial con la APEI, pero el juez Shelah North Galagarza Pérez lo declaró improcedente.
Cahuana Estrada persistió con sus intenciones y entonces interpone una nueva demanda en el Cuarto Juzgado Civil, donde solicita la nulidad del acto jurídico de la conciliación y curiosamente en esta oportunidad el juez Justo Andrés Quispe Apaza admite la demanda.
“No entendemos por qué el juez Justo Quispe Apaza admitió la demanda para anular la conciliación. Nos hace pensar que quizá quiere apoyar el mal accionar del abogado Héctor Herrera y los traficantes creando la zozobra y el caos”, reflexionó el dirigente Eberth Arapa.
Según el dirigente es muy cuestionable el accionar del juez porque el demandante no tendría ningún documento que lo acredite como propietario de los terrenos, además es bien sabido que una conciliación tiene rango de sentencia judicial; por ende, no podría ser anulada, excepto que sea un tema legalmente sustentado y que tendría que ser interpuesto por una de las partes o de ambas partes, situación que no se dio en la demanda que interpuso Gamaliel Nicomedes Cahuana Estrada.
“Todos estos problemas que han generado esos dirigentes traficantes de terrenos con el asesoramiento de Héctor Herrera nos perjudica, ya que sabiendo que hay una conciliación realizada con todos los términos de la ley, presentan demandas sin fundamento con el único objetivo de trabar el trámite y así engañar a sus asociados haciéndoles creer que de esa manera ellos tienen la razón y que podrán conseguir los títulos de propiedad. Su único objetivo es seguir recibiendo dinero de una y otra cuota, depurando a los socios y volviendo a poner a otros. Acá el Poder Judicial debe tener una posición clara y dejar de escuchar y apoyar a estas personas”, remarcó el dirigente.
SUSPENDIDO. Diario Viral se acercó al Cuarto Juzgado Civil para tomar la versión del juez Justo Andrés Quispe Apaza sobre su decisión de admitir la demanda de anulación del acto jurídico de la conciliación, pero dieron a conocer que el magistrado había sido suspendido. “El doctor no está desde el año pasado, desde enero del 2021 ya no está trabajando acá, está suspendido”, indicó una asistente de dicho juzgado.
Así mismo explicó que los expedientes que estaba viendo el magistrado solo podían ver las partes implicadas en algún proceso, ya que en algunos casos fueron derivados a otros juzgados.
El hecho que el juez Justo Andrés Quispe Apaza haya sido suspendido, luego de un proceso administrativo, deja en tela de juicio su accionar respecto al caso antes mencionado, pero su cuestionable decisión ha perjudicado a un grupo de pobladores que solo buscan formalizarse legalmente y que llevan más de 10 años luchando con los traficantes de terrenos, cuyo único fin es obtener dinero con engaños y amenazando a personas humildes que solo sueñan con tener la casa propia.
Ahora el destino de la asociación está a la deriva, ya que a más de tres años de la demanda que fue admitida, no hay una resolución final de parte del Poder Judicial, situación que es usada por la comuna provincial para dilatar el cumplimiento del acta de conciliación que firmaron en diciembre del año 2017 y que contempla que se formalice a los posesionarios de la asociación mencionada.