Los pistachos se han convertido en uno de los frutos secos más versátiles y saludables. Su sabor suave y textura crujiente permiten disfrutarlos de muchas formas, desde snacks naturales hasta ingredientes en postres o platos salados. El Ministerio de Salud (Minsa) aconseja elegir las versiones sin sal, ya que el exceso de sodio “se asocia con el aumento de la hipertensión arterial”.
Entre las formas más saludables de consumirlos destacan los pistachos al natural como snack entre comidas, en desayunos con yogur o avena, o en ensaladas con frutas como granada y manzana. También se pueden integrar en panes caseros o en un pesto de pistacho, sustituyendo las nueces tradicionales para lograr “un sabor más delicado y menos graso”.
Su consumo moderado tiene múltiples beneficios. Gracias a sus grasas monoinsaturadas y antioxidantes como la luteína y la vitamina E, ayudan a “reducir el colesterol LDL (malo)” y a mantener limpias las arterias, cuidando así el corazón. Además, su fibra favorece la digestión y genera sensación de saciedad, contribuyendo al control del peso corporal.
Otro punto destacado es su aporte de proteínas vegetales, que representan cerca del 20 % de su composición. Esto los convierte en una opción ideal para personas vegetarianas o que buscan alternativas saludables a las proteínas animales. Por su bajo índice glucémico, también ayudan a estabilizar los niveles de azúcar en sangre, beneficiando a quienes padecen o desean prevenir la diabetes.
El pistacho, además, “contiene antioxidantes naturales como la luteína y la zeaxantina”, que protegen los ojos del daño solar y ayudan a mantener una piel saludable. Su efecto saciante se potencia al consumirlos con cáscara, pues obliga a comer más despacio y disfrutar el alimento conscientemente.
Según EsSalud, la porción ideal diaria es de 30 gramos (entre 40 y 50 pistachos con cáscara), equivalente a unas 160 calorías. Los especialistas recomiendan consumirlos como sustituto de snacks ultraprocesados y combinarlos con otros frutos secos, como nueces o almendras, para aprovechar mejor su valor nutricional.